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Editorial

Después de cerca de 12 meses desde que se anunció el primer caso de COVID-19 en nuestro País, la incertidumbre sobre las perspectivas hacia un futuro a corto y mediano plazo sigue presente. Si bien es cierto que la experiencia adquirida en estos meses ha permitido manejar adecuadamente muchos aspectos de la pandemia; el refuerzo de la atención primaria, un equilibrio entre las restricciones sociales y el funcionamiento de la economía, o una normalización del uso de mascarilla en la mayoría de las personas; queda pendiente importantes desafíos por trabajar sobre todo con la población.

Una de las principales estrategias que tenemos ante esta situación es la administración de las vacunas a la población más vulnerable, en primera instancia, y posteriormente al gran grueso de la población. Esto permitirá, a corto plazo, poder disminuir en gran medida el riesgo de complicaciones y de mortalidad en los pacientes vacunados, lo cual podrá brindar mayor capacidad de respuesta a los establecimientos de salud al evitar su colapso; por otro lado, al largo plazo, se podrá conseguir la inmunidad colectiva que podría poner fin a la situación de pandemia en la que nos encontramos. En esta línea, se presenta en este número del Boletín del Instituto Nacional de Salud (INS) un resumen de las principales vacunas que circulan globalmente, considerando sus características más importantes.

Si bien la vacunación es una de las principales estrategias para enfrentar la pandemia en esta segunda ola, para que su capacidad de evitar contagios pueda hacer efecto, se necesita que una gran proporción de la población este vacunada. Aún no se tiene claro cuál es el porcentaje de la población mundial que necesitamos vacunar para conseguir la tan ansiada inmunidad comunitaria. Mientras vamos encaminados hacia ello, es necesario incidir en las otras estrategias que también pueden ayudar a frenar la transmisión. La principal vía de transmisión se da cuando hay contacto cercano entre personas, por lo que se hace necesario evitar el contacto cercano, las aglomeraciones o cualquier situación que junte a dos o más personas, en especial si son desconocidos. La mejor forma de poder cumplir esto es la concientización de la población, por lo que la educación en salud a través de diversos medios es esencial; además de seguir haciendo énfasis en la importancia del lavado de manos, ventilar los ambientes, evitar lugares cerrados y el uso de mascarilla.

Se han realizado esfuerzos muy importantes para poder tener disponibles las vacunas en este corto tiempo, dentro de los cuales el papel de los científicos ha sido vital. Así pues, las valiosas contribuciones de los investigadores deben ser consideradas siempre al momento de tomar decisiones. Por lo mismo, en este número también se presenta el reporte de las publicaciones realizadas por investigadores del INS, así como las redes de coautoría en las dos últimas décadas. Siendo la ciencia la principal manera de poder encontrar respuesta a todos los desafíos que nos presenta la pandemia, el INS toma un papel importante haciendo investigación y generando evidencia de relevancia nacional.