Editorial

EDITORIAL

La parasitosis intestinales representan uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. Su morbilidad está estrechamente ligada a la pobreza, al inadecuado suministro de agua y la inadecuada disposición de excretas e higiene personal. Según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI, 2018), el 83,4% de la población del área rural del país no tiene sistema de red pública de alcantarillado y el 62,9%, no consume agua potable.

En el Perú numerosas investigaciones reportan altas tasas de parasitosis intestinal, siendo las poblaciones rurales, las más afectadas. La vulnerabilidad de la población rural radica en que vive en ambientes donde las condiciones sanitarias son deficientes. También son importantes los factores culturales, socioeconómicos y epidemiológicos. Por estos motivos, se estrecha la relación entre parasitismo intestinal, desnutrición y anemia. Se hace necesario –y fundamental-fortalecer estrategias de control y prevención de las enteroparasitosis. Los niños con alguna parasitosis, se ven afectados en su crecimiento y desarrollo, al tener un sistema inmunológico más vulnerable.

Además, el 30.3% de niños menores de cinco años tienen desnutrición. No obstante, si bien según UNICEF nuestro país ha presentado la mayor tasa de reducción de desnutrición infantil en América Latina: el 43.6% niños tiene anemia.

Un programa sanitario que asegure el acceso a agua segura y saneamiento es un componente fundamental para el control de las parasitosis. Sin dejar de lado la nutrición, que es uno de los principales factores externos a ser tomados en cuenta. De esta manera se mejorará la calidad de vida de la población.

La región Lima, es la más poblada del país ya que alberga al 30% de la población, sin embargo hay una marcada diferencia entre Lima Metropolitana y las zonas rurales, al tener diferentes perfiles demográficos y disímiles problemas sanitarios, es así que en este número se presenta información relevante respecto a la parasitosis intestinal en la zona rural de cuatro provincias del departamento de Lima, esperando que pueda ser utilizada en el diseño e implementación de intervenciones que ayuden a mejorar su problemática.